Esos malditos fideos (Nueva York)
New York City debe ser la ciudad menos estadounidense, al menos en lo que a comida se refiere, por ende me resulta muy difícil encontrar un plato que represente algo típico de estos lares.
Partamos de la base de que la gente de esta ciudad cena en restaurantes al menos dos veces por semana y la oferta de lugares es de magnitud. Pero estos lugares suelen ser étnicos, muchos y de todos los países del mundo.
Las cadenas de comidas yanquis, obviando las hamburgueserías, pizzerías y restaurantes al paso, son carnívoras; vaca, pollo y cerdo luchan por un primer lugar en preferencias del público aunque particularmente no me agrada demasiado la forma en que los preparan. A todo le colocan una salsa agridulce que le hace perder el sabor original, más aún cuando el puré que lo acompaña (bastante líquido) tiene un alto grado pimentoso lo que obliga a beber sin parar.
Sin lugar a dudas, los macarrones con queso son el plato más consumido por grandes y chicos, lo comen caliente o frío, de desayuno, almuerzo o cena, con más o menos queso, más o menos “al dente”; la cuestión es que nunca falta en las reuniones la fuente de fideítos desabridos. Quizás me esté perdiendo de algo, pero no he podido encontrarles un gusto agradable. En esas mismas reuniones, también es infaltable la bandeja con frutas, donde la sandía es la emperatriz de las frutas, seguida de cerca por las uvas y el ananá.
Las ensaladas están a la orden del día, se consumen en restoranes, plazas, trenes o caminando, en bandejitas transparentes y aderezadas por alguna salsa envasada. De tanto verlas, las he asimilado, en especial la griega con sus aceitunas negras, pepinos, lechugas, queso feta y, en lo posible,pollo grill.
En buenos lugares preparan bifes muy parecidos a los “bifes de chorizo” argentinos, pero hay que estar dispuesto a desembolsar cincuenta dólares cosa que solo he hecho una vez.
Mi alimentación no ha cambiado mucho, sigo siendo carnívoro, al principio me asustaba el precio de la carne, pero a esta altura he dejado que la carne de vaca siga siendo la reina de mi cocina.
Cruz J. Saubidet
Partamos de la base de que la gente de esta ciudad cena en restaurantes al menos dos veces por semana y la oferta de lugares es de magnitud. Pero estos lugares suelen ser étnicos, muchos y de todos los países del mundo.
Las cadenas de comidas yanquis, obviando las hamburgueserías, pizzerías y restaurantes al paso, son carnívoras; vaca, pollo y cerdo luchan por un primer lugar en preferencias del público aunque particularmente no me agrada demasiado la forma en que los preparan. A todo le colocan una salsa agridulce que le hace perder el sabor original, más aún cuando el puré que lo acompaña (bastante líquido) tiene un alto grado pimentoso lo que obliga a beber sin parar.
Sin lugar a dudas, los macarrones con queso son el plato más consumido por grandes y chicos, lo comen caliente o frío, de desayuno, almuerzo o cena, con más o menos queso, más o menos “al dente”; la cuestión es que nunca falta en las reuniones la fuente de fideítos desabridos. Quizás me esté perdiendo de algo, pero no he podido encontrarles un gusto agradable. En esas mismas reuniones, también es infaltable la bandeja con frutas, donde la sandía es la emperatriz de las frutas, seguida de cerca por las uvas y el ananá.
Las ensaladas están a la orden del día, se consumen en restoranes, plazas, trenes o caminando, en bandejitas transparentes y aderezadas por alguna salsa envasada. De tanto verlas, las he asimilado, en especial la griega con sus aceitunas negras, pepinos, lechugas, queso feta y, en lo posible,pollo grill.
En buenos lugares preparan bifes muy parecidos a los “bifes de chorizo” argentinos, pero hay que estar dispuesto a desembolsar cincuenta dólares cosa que solo he hecho una vez.
Mi alimentación no ha cambiado mucho, sigo siendo carnívoro, al principio me asustaba el precio de la carne, pero a esta altura he dejado que la carne de vaca siga siendo la reina de mi cocina.
Cruz J. Saubidet
Hola!
Leyendo tu post me hiciste acordar de algo que lei no hace mucho sobre New York que decia que un neoyorkino a lo largo de su vida, puede visitar diariamente un restaurant y jamas repetir el mismo sitio para comer...
es cierto esto?
Saludos!
Posted by carola315 | 9:31 p. m.
Creería que sí, no existe cuadra que no tenga al menos uno, y muchas tienen montones.
Saludos
Cruz
Posted by Cruz J. Saubidet | 7:58 p. m.